viernes, 24 de julio de 2009

¿UNA NUEVA TUMBA?


Contiguo a la pirámide del Templo de las Inscripciones,
en el edificio conocido como XIII,se encontró a un nuevo personaje: La Reina Roja

(Foto de JCRangel).

El lunes 9 de mayo de 1994, cuarenta y dos años después de que Ruz Lhuillier penetrara en el cámara funeraria de Pakal, Arnoldo González y Fanny López dieron inicio a los trabajos para quitar la vegetación y el escombro que cubría el frente del Templo XIII, labor que concluyó dos semanas después. Arnoldo había instruido al jefe de la cuadrilla de peones para que éstos trabajaran atentos, pues en cualquier momento podría “saltar”, como dicen los arqueólogos, alguna pieza importante. Se liberó lo que de algún modo habían intuido: bajo el dintel estaba una entrada clausurada con un muro de cal y piedras fuertemente amarradas.

El 23 de ese mes se derribó el muro. Cuentan Arnoldo y Fanny que al traspasar el umbral tuvieron esa extraña sensación de haber entrado a un espacio cerrado desde hacía más de mil años, pero sorprendentemente bien conservado. Se toparon con un pasillo angosto, transversal, y tres puertas de frente, las de los lados con el acceso libre a las habitaciones pero la central estaba sellada. Un nuevo dintel les indicó la existencia de un cuarto pero ¿por qué estaba recubierta la entrada? ¿Qué guardaba en su interior aquel edificio que, explorado por el arqueólogo Jorge Acosta en los años setenta, parecía no revelar ya hallazgo alguno? El propio Acosta no supo entonces que estuvo a sólo seis metros de tocar la misma puerta.

Una semana después de limpiar los muros del pasillo decidieron hacer una cala de prueba para ver si aquel cuarto estaba relleno o no. Apuntalaron la cornisa del edificio y protegieron el piso. En éste encontraron, esparcidas, muestras de carbón, señal de que cuando se tapió la puerta hubo ceremonia ritual.

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El Lenguaje de la Belleza

  Fotografías de Juan Carlos Rangel Cárdenas